La crisis llega, pega y se queda. Según hemos comenzado; el 2009 da verdadero miedo. Hoy hemos sabido de mano de una nota de prensa (su última nota de prensa en España) que el diario gratuito Metro ha cerrado. Así, sigilosamente. La crisis se lo ha tragado.
A mi corta edad, es la primera vez que asisto al cierre de una cabecera. He de admitir que ha sido un situación que, aunque no ha pillado del todo de imprevisto, sí que ha causado revuelo en el mundillo mediático. Y no porque en este país no estemos acostumbrados a que se queden muchos periódicos en el camino. Todo lo contrario, en España han sido sucesivos los cierres de cabeceras debido a los distintos regímenes políticos censitarios que hemos sufrido.
Lo realmente interesante y decisivo de la noticia es que se ha producido justo cuando el país se encuentra en estas condiciones económicas. Esto sólo podría pasar en este momento en el que el capitalismo está pasando su prueba más dura. La pescadilla mediática está empezando a tener la cola muy mordida. Sobre todo, en el ámbito de los periódicos, donde la crisis está siendo extremadamente acusada.
Por desgracia, el cierre de Metro resulta paradigmático e ilustra perfectamente la situación del sector periodístico. Así, en la nota de prensa expedida a los demás medios y agencias se puede leer que "la situación actual de los mercados financieros internacionales y la continua caída en el volumen de ventas de espacios publicitarios, han causado gran impacto en todo el sector de los medios de comunicación y han llevado a Metro a una situación insostenible. Las ventas durante diciembre y enero han caído muy por debajo de lo proyectado y las previsiones para 2009 contemplan importantes descensos".
Por supuesto, el cierre ha afectado a toda la plantilla del rotativo tanto de la edición impresa como la página web. El jueves 29 de enero, Metro publicó su última portada. Ella informaban de que el IPC había bajado y de que España entraba oficialmente en recesión. Una recesión que se ha llevado por delante al segundo periódico gratuito del país por detrás de 20 minutos. ¿Será este el principio de una ola de cierres? ¿Acabará la crisis con la prensa gratuita o se recuperarán las inversiones publicitarias que permiten la subsistencia de estos ejemplares?
Lo peor está por venir, dicen los expertos. Esto no ha hecho más que empezar. De momento, Metro ha desaparecido y los lectores nos hemos quedado sin una de las distracciones informativas que hacían más cortos los viajes en tren.