viernes, 19 de diciembre de 2008

¡La Vuelta Al Mundo En Directo!

¡Bueno, bueno! No se asusten por este post: es necesario. El que firma y un amigo se han propuesto dar la vuelta al mundo. No, no nos hemos vuelto locos. Hemos decidido participar en un programa de televisión que se estrenará pronto en Antena 3, una cadena de televisión en España.

Desde alterCádiz os pedimos un tremendo favor a todos los que os paséis por aquí porque necesitamos que nuestro vídeo sea al más votado y comentado de todos. Con eso de que en Navidad todo el mundo es más humano, os pedimos que pulséis sobre la dirección que os paso y, a continuación, véais el vídeo, lo votéis y -por su puesto- dejéis un comentario (eso es lo más importante).

Para ver el vídeo pulsa aquí.

¡MUCHAS GRACIAS A TODOS Y FELIZ NATIVIDAD DEL SEÑOR!



domingo, 14 de diciembre de 2008

Navidad: Algo Más Que Consumismo

"La Navidad es consumismo". Con esa frase lapidaria y entristecedora ha clasificado una compañera de clase una de las fiestas más bellas de los cristianos: Dios hecho carne.

¡Tercera semana del Adviento! ¡No falta nada para encender la última "velita"! Se trata de un tiempo de espera -dicén- de sosiego y calma. A mí me pasa todo lo contrario. De sosiego nada: ¡madre mía, qué ganas de que llegue el día 25! ¿Calma? Ninguna. Preparación constante diría yo. Mis amigos me comentan que ando estresado. Puede ser. Yo les digo: "es que falta poco para la Navidad", y sigo cantando villancicos entre dientes.

La Navidad es consumismo. Cierto es que la gente se lanza en masa a las grandes superficies para regalar y regalarse algún que otro detalle. Pero si sólo fuera consumismo..., qué tristeza tan grande. ¿Acaso no lo veís? Pues no será porque no se muestra en todos los sitios. Ni siquiera el frío ha conseguido hacerle callar.

¿No lo veís? Mirad los adornados escaparates de las tiendas; mirad las luces en las ciudades; mirad las exposiciones de Portales de Belén; mirad a esa gente cantando en el concurso de villancicos del pueblo; mirad a esa asociación de vecinos que se reune en torno a unos buñuelos a pasar la tarde juntos; mirad a esa familia que se reencuentra en la cena de Nochebuena para compartir la alegría más grande; mirad (no sólo desde fuera) cómo las iglesias en la noche del 24 al 25 irradian felicidad; mirad, mirad...y encontraréis.

Dice el refrán que "no hay peor ciego que el que no quiere ver." Ni ver, ni oír, ni decir..., podríamos añadirle. Por mucho que nos deslumbren las luces de colores o por muy caro que se ponga el marisco esta última semana, hay algo más plantado en cada uno de nosotros que nos lleva volver la vista -aunque sólo sea un momento- sobre el verdadero motivo de estas fiestas: el pequeño niño Jesús. Todo es por Él y para Él. Sin el Enmanuel nada de lo que celebramos tiene sentido. Una Navidad sin el nacimiento de Dios podrá ser cualquier otra cosa pero nunca será Natividad.

Al escuchar la frase de mi compañera de clase: "la Navidad es consumismo" (en parte tan llena de razón) no he podido evitar que dos sentimientos se contraposicionaran en mí. Por un lado, me he sentido plenamente afortunado. Y por otro me he sentido indignado al no haberle podido transmitir, aun estando tan cerca, la alegría que significa que el hijo de Dios nace y actúa en cada uno de nosotros. ¡Qué suerte tenemos los cristianos! ¿No? Qué esperanza y qué gozo tan grande, saber con certeza que el "Camino y la Vida" se encarna cada año para dar, sin distinciones, el amor más profundo que el hombre haya recibido jamás.

Ya no queda nada. Será mejor que ensanchemos el corazón y agudicemos la vista, no vaya a ser que no lo veámos nacer entre tantas luces y papanoeles colgandos de los balcones. No vaya a ser que sólo veámos consumismo. Sería una pena porque cantan por ahí que "parece un flor hermosa..., fun, fun, fun". ¡Qué felicidad! Unos días y estaremos en la misa del gallo cantando villancicos al niño. El día 25, un año más, la última velita se encenderá y su luz será guía y camino.

sábado, 6 de diciembre de 2008

30 Años De Constitución Española

Treinta años. Ya vas dejando la juventud atrás. Te asomas al abismo de la madurez. Tres décadas de libertades conquistadas democráticamente y hay quien ya te tilda de vieja y obsoleta.

Señora Constitución; madre de todos los españoles; ley de leyes: qué orgullosos nos sentimos los hijos de tu tiempo. Tienes el rostro joven de los treintañeros que me cruzo por la calle. Tienes el rostro de mi hermana, casada y con dos niñas. Tienes el rostro de tus nuevos hijos, los inmigrantes que, a veces, te son difíciles de tratar. Tienes el rostro de tu tierra; la que te ha visto nacer en el 78: España.

Hoy no es un día cualquiera. Se celebra el día grande de la concordia española. El 6 de diciembre de 1978 el pueblo español puso la primera piedra para superar su lastre cuadragenario. Válida, esperemos, por muchísimos años más. Flexible, también. Y, sobre todo, moldeable y ajustable a las exigencias de cada tiempo. Desde aquí este pequeño homenaje para ti, Carta Magna, que nos hicistes un país libre.